Mansión del siglo XVIII, totalmente reformada para ofrecer todas las comodidades modernas sin perder el encanto de las estructuras arquitectónicas originales. Podrá relajarse en el precioso y acogedor patio, tomando un refresco o disfrutando de la cocina navarra, en un ambiente íntimo a la luz de las velas y las lámparas de aceite, con las estrellas brillando a su alrededor. Para quienes busquen paz y tranquilidad, alojamiento confortable y de buena calidad y un lugar donde lo tradicional y lo contemporáneo se combinen de forma perfecta, este hotel es su opción ideal. El hotel dispone de una amplia oferta de habitaciones que van desde habitaciones con techos inclinados (ático) a suites. Todas las habitaciones cuentan con sala de estar y baño con azulejos de gresite, ducha con hidromasaje y bañera circular. Los interiores han sido dotados de un mobiliario moderno con lámparas de diseño italiano, tonos cálidos, cuadros vanguardistas, telas de alta calidad y delicadas antigüedades. Desayuno buffet a su disposición, ofrece productos frescos de la región. El hotel ofrece servicio de cenas, exclusivamente para sus clientes, con productos representativos de Navarra. En verano, el patio ajardinado del hotel está abierto a los clientes. Ubicado en el casco antiguo, en esta preciosa región medieval, el hotel se encuentra situado en una mansión del siglo XVIII, que ha sido cuidadosamente restaurada. El hotel toma su nombre de una de las torres del Castillo de Olite, donde Blanca de Navarra, la hija de Carlos III, fue encerrada. El hotel combina el pasado con el presente con sutiles modernos.